HUELVA - 3ª Feria Colombinas

Soñando el toreo

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El Juli y Talavante, en la salida a hombros. (FOTOS Vicente Medero)
El Juli y Talavante, en la salida a hombros. (FOTOS Vicente Medero)

Julián López ‘El Juli’ y Alejandro Talavante cuajan un sensacional mano a mano. El madrileño, intratable, corta cuatro orejas en una actuación pletórica en la que despliega todos los resortes de su amplia tauromaquia. Talavante corta tres orejas y dibuja sobre el ruedo de La Merced auténticos carteles de toros.

LA FICHA

TOROS: Se han lidiado toros de Núñez del Cuvillo, correctos de presentación. Brusco el primero, peligroso, complicado. Noble el segundo. Noble el tercero, pero se rajó al final; premiado con la vuelta al ruedo. Noble el cuarto. Manejables quinto y sexto.

ESPADAS: -Julián López ‘El Juli’ (de obispo y azabache), una oreja, dos orejas y una oreja.

-Alejandro Talavante (de grana y oro), una oreja, dos orejas y saludos desde los medios tras fuerte petición de oreja.
 
INCIDENCIAS: Plaza llena.

 

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TOREANDO DE FRENTE
Mano a mano apasionante y de gran calidad

Vicente Parra
PATIO DE ARRASTRE
El Juli contra la resaca

Sixto Naranjo
AL RELANCE
Bendita competencia

Mario Juarez
LAS CUADRILLAS, AL DETALLE
Cumplieron
Inma León

 

Francisco Mateos.-

     Espectacular la tarde en La Merced. Un mano a mano con el que se ha soñado el toreo auténtico. La gente como loca y saliendo de la plaza dando muletazos al aire. Ayer, en la crónica del mano a mano entre José Tomás y Morante, me aventuraba a profetizar que confiaba en mayor grado de emoción para hoy. He acertado, lo cual tampoco tiene más mérito que saber en qué momento se encuentra El Juli; momento taurino -que no es nuevo de este año- y de ánimo, por las injusticias a las que le están sometiedo ciertos trusts del empresariado taurino. El Juli se ha hecho amo y señor de estas Colombinas; en el fondo y en la forma. Y con semejante máquina de hacer y decir el toreo, Talavante ha logrado seguirle la estela, que no es poco. El extremeño ha toreado lentísimo y con la mano muy baja, como le gusta. Y para que ambos pudieran desplegar el vendaval de toreo que ha arrasado hoy el coso mercededario, era necesario disponer de una más que manejable corrida de toros de Cuvillo: noble, con recorrido y duración. Siete orejas: cuatro para el madrileño y tres para el extremeño

     Una de las faenas más importantes de este ciclo colombino será, sin duda alguna, la realizada por Julián López ‘El Juli’ al primero de Núñez del Cuvillo. Toro difícil y exigente, complicado y peligroso, cortando el recorrido y aprendiendo a distinguir dónde estaba el torero y dónde estaba la muleta. Expuso una barbaridad un arrebatado Juli, embalado, hecho un tío, un torerazo de verdad con este animal que quería levantarle el cuerpo del albero. Lo toreó por los dos pitones, en una lucha continua por ver quién ganaba la pelea, que finalmente se inclinó claramente del lado del madrileño. Hubo enganchones y algún desarme, como en toda batalla. En uno de los momentos de duda del toro se lo cambió por la espalda de forma sorprendente y ajustada. En la última tanda, despatarrado el torero, le sacó cinco o seis derechazos largos de mucha emoción. Estocada y una oreja de mucha fuerza.

     Lo sucedido en el tercer toro es de esas cosas que por mucho que se expliquen y se describan, nunca se podrá transmitir la enorme carga emocional vivida. Fue un claro ejemplo de cómo se puede hacer un mayor espectáculo del que se suele ver cada tarde de toros cuando los actuantes quieren y el toro medio lo permite. Ya de salida Julián cuajó al de Cuvillo con el capote, que tenía nobleza. Tras la vara, quite de Juli cuajando de nuevo al animal. Pidió permiso Talavante y se echó el capote a la espalda. El ‘runrún’ por los tendidos ibra creciendo. Tercio de quites y competencia, todo un lujo en el toreo actual. Bien también Talavante en su quite. Y ahora El Juli que de nuevo sale a los medios para responder al extremeño y fue entonces cuando ya las plamas del público echaban humo. La emoción se desbordaba cuando El Juli le lanzaba de lejos la montera para provocar la alegre arrancada y dejar tres lopecinas perfectas y una media que pusieron la plaza boca abajo.

     Pero no quedó ahí la enorme emoción, sino que Julián pidió a los banderilleros que le diera los palos para poner banderillas. Y más emoción y competitividad cuando le entregó un par a Talavante. Tercio de quites y tercio de banderillas en competencia sana entre ambos espadas. Un lujo, ya digo. El primero de Juli de poder a poder; el segundo de Talvante al quiebro cerrado en tablas; y el tercero de Julián de dentro hacia las afueras ganando terreno, todos bien ejecutados y colocados. Enorme la ovación y palmas por alegrías choqueras. La faena fue espectacular, con suavidad y compás, con largura y empaque. El Juli se come a cualquiera que se le ponga a su lado. Da bocados. Este rebelado; rebelde con causa. Lástima que el de Cuvillo no rematara su buen juego rajándose cuando Julián iba a las tablas a por la espada, y ya fue imposible sacarlo de allí pese a los reiterados tirones del madrileño con la punta de la muleta. Al hilo de las tablas, estocada entera y dos orejas sin discusión. Lo que sí tiene discusión, y mucha, es la absurda vuelta al ruedo a un toro que tuvo mucha nobleza pero que se rajó y se aculó en tablas al final de la faena.


  Lo sucedido en el tercer toro es de esas cosas que por mucho que se expliquen y se describan, nunca se podrá transmitir la enorme carga emocional vivida. Fue un claro ejemplo de cómo se puede hacer un mayor espectáculo del que se suele ver cada tarde de toros cuando los actuantes quieren y el toro medio lo permite


       El quinto también tuvo nobleza, pero no tanta, Y es que la enorme costalada que se pegó con el capote -una voltereta completa sobre su espinazo- mermó su buena condición y no tuvo el mismo recorrido que casi la totalidad de los lidiados. Tiró de técnica Juli y volvió a demostrar que no hay quien le tosa, sacando una faena de alta nota, metoéndose literalmente entre los dos pitones, que los rozaba con el interior de los muslos una y otra vez en un taurinísimo descaro y provocación al toro. De nuevo buena estocada -aunque no ortodoxa en las formas- y otra oreja -la cuarta- para cerrar una actuación estelar en Huelva que le debe suponer claramente ser declarado ‘Triunfador’ de las Colombinas.

     Una oreja le cortó Alejandro Talavante al primero de su lote. Aprovechó perfectamente la nobleza del toro venido desde ‘El Grullo’. El extremeño templó aún más la ya de por sí templadita embestida del nobilísimo toro de Cuvillo. Tandas de derechazos lentos, suaves, sin tirones, echándole al hocico la tela y pasándoselo muy despacito, dejándose llegar los pitones a los muslos aprovechando la bondad del manejable animal. Faena medida y bella. Mató de un pinchazo hondo arriba que fue más que suficiente, cortando una oreja.

     Competencia de quites entre Talavante y El Juli en el cuarto, otro ‘cuvillo’ de gran nobleza y con recorrido y duración. Talavante se sintió muy a gusto, relajado, con e e toreo muy suyo amanoletado, mayestático, de figura erguiida, mentón bajo y pegado al pecho y obligando a humillar mucho al toro a base de arrastrar la muleta por el albero. Los remates por bajo eran auténticas joyas visuales del arte de torear. Monumentales muletazos del extremeño, lentísimos, dibujando el toreo con una muleta como pincel. Estocada y dos orejas de justicia.

     Tremendo el susto que nos llevamos en el sexto. A la salida de un capotazo de El Juli en la suerte de varas, al hilo de las tablas, el toro se le vino encima al sobresaliente, Antonio Fernández Pineda, cogiéndolo de lleno por el pecho, aplástandolo contra las tablas y pasándoselo con violencia de un pitón al otro. Parecía increíble que no llevara cornada, sino sólo la tremenda paliza y un fuerte golpe en la rodilla pendiente de estudio radiológico. Este sexto también tuvo nobleza, aunque tardeaba en el inicio de la arrancada; una vez que se arrancaba, después sí repetía. Faena templadita de Talavante, suave, con gusto, recreándose en los muletazos, muy suelto ya a esas alturas del festejo. Los muletazos finales en corto pusieron el grado de emoción final, pero metió la espada muy trasera y baja; se le fue la mano.


TOREANDO DE FRENTE

Mano a mano apasionante y de gran calidad

Vicente Parra.-

     ¿Quién ganó el mano a mano? Por muy bien que estuvieron, que lo estuvieron en todos los toros, Julián López ‘El Juli’ y Alejandro Talavante, quien hoy ganó fue el público asistente al festejo que se encontró con dos grandiosos toreros que se entregaron por completo por ofrecer un auténtico espectáculo en el que brillase la pasión, la torería, la decisión y, sobre todo, la hombría.

     Lo de hoy ha sido un espectáculo difícil de narrar y el más emotivo de los muchos que ya se han celebrado, en estas veintinueve temporadas de historia, en la plaza de La Merced. Y, desde que ambos diestros hicieron el paseíllo hasta que salieron a hombros por la puerta grande, no hubo ningún momento de no dejar de mirar a la plaza y seguir lo que estaban realizando los toreros. Sólo el desagradable momento de la cogida de Antonio Fernández Pineda –qué mala suerte la suya pues no ha tenido ocasión de dar un solo capotazo y ha sido el único herido de esta Feria (El Lili resultó dañado en el pie, pero no herido)– hizo que el público perdiera la emotividad en la que estaba inmerso desde hacía mucho tiempo, que le hacía vibrar, que le hacía disfrutar.

     Tanto El Juli como Alejandro Talavante han dejado escrita una página escrita que será muy difícil de superar porque, por encima de todo, supieron ofrecer variedad y emotividad a los espectadores que, agradecidos, se entregaron con calor, con independencia de los trofeos que se pasearan porque esos dependieron del presidente y hoy –en contra de lo acontecido en días anteriores– se equivocó en varias ocasiones.

     El de Velilla completó una tarde pletórica. Estuvo incomensurable en el que abrió plaza, un animal con muchas dificultades que El Juli supo corregir para plantarse ante los pitones mientras los ‘¡ayes!’ surgían en los tendidos. Para colmo, un estoconazo… y una raquítica oreja. En el tercero estuvo por encima de un animal que sólo tuvo una bella muerte, aunque, como buen manso, pegado a las tablas. Las orejas merecidas para el torero mientras que, otro error más, el toro era generosamente galardonado con la vuelta al ruedo. Y, para cerrar su actuación, nueva lección del madrileño, reiterando su postura de ponerse lo más cerca posible mientras los nervios afloraban en los tendidos. El Juli ha pasado por Huelva siendo don Julián, maestro y gran torero.

     No se quedó atrás Alejandro Talavante y fue el mechero de la tarde cuando, en el tercero, le hizo el quite al toro de su compañero, quien se picó y no sólo le respondió sino que le hizo colocar banderillas después de mucho tiempo sin hacerlo. El extremeño no se quedó atrás y también las pidió para colocarlas con dignidad. Con la muleta logró excelentes momentos, especialmente en algunos naturales, mientras que con la derecha dejó estela de su poderío y, en ocasiones, de su improvisación. La tarde de Talavante tampoco se olvidará fácilmente por unos tendidos que gozaron con lo mucho y bueno que les ofrecieron ambos toreros en un festejo inolvidable.

     Difícil lo tiene Diego Ventura para el cierre del ciclo colombino. Lo de hoy ha sido muy fuerte y, aunque del de La Puebla cabe esperar de todo, tendrá que esforzarse para que su nombre acompañe al de algunos compañeros de cartel de esta Feria que está ofreciendo, en el ruedo, grandes cosas.

 


 

PATIO DE ARRASTRE

El Juli contra la resaca

Sixto Naranjo.-

     No era fácil. Después de la borrachera de toreo del día anterior, la ‘resaca’ se palpaba desde primera hora del día en Huelva. Y como remedio, aspirina ‘juliana’. El Juli, consciente de lo que se jugaba a toro pasado después del primer mano a mano salió a por todas de principio a fin. Rotundo, siendo fiel a sí mismo y a su tauromaquia y volviendo a dejar ver al Juli juvenil de sus años novilleriles y primeros tras el doctorado. Se le volvió a ver banderillear, a rescatar quites como sus ‘lopecinas’, a mostrarse rotundo y poderoso cuando así lo pidió el toro exigente y artista con el más colaborador. La lección de raza de Julián este sábado en la capital onubense será para guardar. Año a año, El Juli, pese a piedras en el camino, sigue tirando del carro. Sin importarle trabas e impedimentos como los que ha vivido este comienzo de temporada. La suya es una guerra abierta, a calzón quitado. Y quien gana, es la Fiesta con un torero como él.


 

AL RELANCE

Bendita competencia

Mario Juarez.-

     Tardes como la de Huelva demuestran que, cuando las cosas se hacen bien, funcionan. La apuesta de la empresa comandada por Óscar Polo y Carlos Pereda por la calidad, la competencia y el espectáculo ha demostrado que, cuando hay argumentos, los aficionados responden, vibran, sienten, se apasionan y disfrutan a borbotones.

     La pasión de los tendidos de La Merced se sustentó, fundamentalmente, por lo acontecido en el ruedo. Porque El Juli y Alejandro Talavante, amigos fuera del ruedo, se midieron a cara de perro sin dejar pasar una oportunidad; incluso apurando las opciones de algunos ejemplares de Cuvillo que, con más genio que clase, no pusieron las cosas fáciles. Como ejemplo, el que abrió plaza. El toro le buscó todas las vueltas posibles a El Juli, que se arrimó como un perro, como si de la tarde más importante de la temporada se tratase. Esa fue la clave. Darlo todo a cambio de la entrega de un público que respondió en masa por bulerías, que supo valorar el esfuerzo y la pasión que pusieron dos toreros que dieron todo el sentido a la expresión mano a mano en una plaza de toros.

     Esa competencia, esa emoción y ese espectáculo hicieron posible que, quienes han visitado Huelva, quieran volver a los toros. Lo bien hecho, bien parece. Todo un aviso a navegantes.


LAS CUADRILLAS, AL DETALLE

Cumplieron

Inma León.-

     Las actuaciones de las cuadrillas, tanto de Julián López ‘El Juli’ como de Alejandro Talavante, han estado correctas en la tarde de hoy, tanto en la lidia, los palos y los puyazos, aunque ninguno se ha desmonterado.

     Con la brega han destacado los capotazos de Álvaro Montes y Manolo Zamorano -de la cuadrilla de El Juli- y de Valentín Luján y de Santi Acevedo -de la de Talavante-. Con los palos, casi todos han banderilleado correctamente, aunque en su mayoría con pares traseros. Es de mención la labor de Álvaro Montes ante el primero de la tarde, el más peligroso, que le cortó por ambos pitones en los dos pares, toro que puso en apuros también a Emilio Fernández al salir fuerte del segundo par, que estuvo correcto al igual que ‘Niño de Leganés’ en el quinto. Por su parte, Fernando Plaza en uno de los pares dejó sólo una banderilla porque se encontró al burel de frente; y Julio López colocó un par en cada toro de Talavante.

     Por lo general, los toros han sido hoy picados suavemente; de hecho, la mayoría han recibido un solo puyazo al estar escasos de fuerza, excepto el primero, en el que Salvador Núñez le clavó la puya como Dios manda. Del mismo modo, Miguel Ángel Muñoz de la cuadrilla de Talavante deja un solo puyazo suave al tercero porque el toro no quería saber nada de caballos, al igual que ‘Chocolate’, Diego Ortiz y Miguel Ángel Herrero.

 


GALERÍA GRÁFICA (Vicente Medero)

Otro lleno en La Merced. El Juli. El Juli.

El Juli.

El Juli.

El Juli.

El Juli. El Juli. El Juli y Talavante.
El Juli. El Juli. Alejandro Talavante.

Alejandro Talavante.

Alejandro Talavante.

Alejandro Talavante.
Alejandro Talavante. Alejandro Talavante. Alejandro Talavante.
Alejandro Talavante. Alejandro Talavante. Alejandro Talavante.
  Alejandro Talavante.  

  


OTRAS IMÁGENES (Pérez Marín)

Se le cayó la castañeta... El Juli coge los palos... ...y Talavante también.
Gesto de El Juli. Álvaro Montes. Talavante.
     
     
     
     

 

 


 

LOS TOROS EN EL RUEDO (Pérez Marín)

Primero: 'Subastador', con 527 kilos. Segundo: 'Compañero', con 506 kilos. Tercero: 'Trampillo', con 502 kilos.
Cuarto: 'Farfonillo', con 554 kilos. Quinto: 'Pesadilla', con 503 kilos. Sexto: 'Panadero', con 471 kilos.

 

PUERTA GRANDE (Javier Martínez)

El periodista Carlos Herrera y el alcalde de la ciudad, Pedro Rodríguez.

El presidente de Diputación, Ignacio Caraballo, junto a Vicente Parra.

El director nacional de la seción taurina de la Agencia Efe.

Julián López, padre del torero El Juli. El torero y ganadero Antonio Rubio 'Macandro'. El novillero local Alejnadro Conquero.

El banderillero onubense Manolo Contreras.

El ganadero onubense José Luis Pereda.

 


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