La plaza de toros de Santa Olalla del Cala ha conmemorado el primer centenario de su plaza de toros con un singular festejo mixto compuesto únicamente por mujeres. La rejoneadora Ana Rita, la torero Mari Paz Vega y la novillera Conchi Ríos se reparten una oreja por coleta ante un encierro desigual de Millares.
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Juan José Benítez.-
Corrida femenina conmerativa del centenario de la bonita plaza serrana de Santa Olalla del Cala. Festejo ultimado en pocas jornadas por el empresario onubense Jorge Buendía debido a la oportunidad de televisarla. Reunió un cartel original de tres mujeres que ejercen la Tauromaquia: una rejoneadora de la escuela portuguesa, una veterana matadora malacitana que lo ha bordado en tierras mexicanas y una joven novillera murciana que el año pasado salió por la puerta grande de Madrid.
Pasadas las diez de la noche comenzaba el festejo mixto por partida triple, abriendo el cartel la rejoneadora portuguesa Ana Rita con un astado de la ganadería triguereña de Millares, colaborador y con nobleza. La jinete lusa, con una cuadra más efectiva que domada, logró hacer vibrar al público del pueblo serrano, sobre todo con las banderilleras cortas. Mató al tercer intento, logrando una cariñosa oreja. El cuarto de la noche salió con mucha fuerza. Ana Rita colocó dos rejones de salida, montando muy alegre la portuguesa y llegando mucho a los tendidos. Sin embrago, fue fallando en varias ocasiones al clavar, fuera de la suerte. Todo quedó aún más deslucido cuando el novillo llegó a echarse durante la lidia. Tras cuatro pinchazos y un rejonazo obtuvo una ovación.
El segundo de la noche tuvo menos fuerza, y además se le castigó en varas, llegando al último tercio parado y deslucido, sabiendo lo que se dejaba atrás. Mari Paz Vega estuvo muy firme y dispuesta con el morlaco, un astado que necesitó mucho el tan recurrido ‘toque’. Obtuvo una ovación después de dos pinchazos y una estocada. No hay quinto malo: salió por los chiqueros un precioso toro colorao, ojo de perdiz, que andaba justito de fuerzas. No se le midió bien en el caballo. La torero, voluntariosa. Intentó ligar los muletazos al toro, que tuvo más clase que fuerza y llegó a echarse. Se le concedió una oreja después de un pinchazo y una estocada.
Conchi Ríos paró con el capote y con garbo un novillo fuerte que salió con muchos pies de los chiqueros. En el tercio de varas cogió por los pechos al caballo, destacando a Mario Benítez, monosabio, que coleó al novillo para evitar el derribo del piquero. En banderilleras el novillo perdió fuelle, con poca fuerza. La novillera no le pudo bajar la mano, con un molesto novillo que pegaba tornillazos y protestaba, llegando al final de la lidia muy parado y deslucido. Conchi pinchó hasta en cuatro ocasiones y necesitó dos golpes de descabellos. Tras un aviso, ovación cariñosa. Cerrando la noche salió el sexto y último del festejo, un novillo frío de salida que no llegó a pararlo en el capote la murciana. Al novillo le costaba arrancarse, paradito, pero cuando se arrancaba lo hacía con cierta clase. Se gustó Conchi, más por el pitón derecho que por el izquierdo.
Destacar entre las cuadrillas al onubense Raúl Corralejo, que reaparecía tras al percance sufrido en la plaza madrileña de Las Ventas, donde se fracturaba tres costillas, y que rayó a gran altura lidiando y banderilleando.
GALERÍA GRÁFICA (Pepe Plaza) |
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OTRAS IMÁGENES (Pepe Plaza) |
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