Visita a la ganadería de Prieto de la Cal

El ‘Aula Joven’ de La Merced inicia su segundo curso

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Los visitantes del 'Aula Joven' de La Merced a la ganadería de Prieto de la Cal. (FOTO: Vicente Medero)
Los visitantes del 'Aula Joven' de La Merced a la ganadería de Prieto de la Cal. (FOTO: Vicente Medero)

El ‘Aula Joven’ de la plaza de toros de La Merced ha iniciado un nuevo curso de actividades de promoción cultural de la Fiesta en la provincia de Huelva. La primera actividad ha consistido en una visita a la ganaderoa onubense de Tomás Prieto de la Cal, en la que el ganadero ejerció de guía en ‘La Ruiza’.

Redacción.-

     El ‘Aula Joven’ de la plaza de toros de La Merced ha iniciado un nuevo curso de actividades y lo hizo visitando el campo bravo onubense. Los jóvenes aficionados se impregnaron de toda la historia, de la filosofía preñada de tradición y de la singular presencia del toro de Prieto de la Cal. Una casa que es cofre donde se guarda con celo la esencia del encaste Veragua y donde el ayer, el hoy y el mañana se funden en el cruce de caminos de la vida como en ningún otro lugar.

     Si el año pasado el comienzo de las actividades del ‘Aula Joven’ de La Merced fue en Concha y Sierra antes de que las reses y el hierro de tan legendaria ganadería se marchasen a Francia, éste tenía que ser a mitad de camino entre San Juan del Puerto y Niebla. Al arrullo del río Tinto y el abrazo del arroyo Candón. En La Ruiza, en los dominios de la familia Prieto de la Cal. El propio ganadero Tomás Prieto de la Cal saludó mismo a los visitantes a las puertas de la finca. Y allí mismo, antes de entrar para saber bien lo que se va a ver desde el momento mismo en que se entre, fluyen las primeras lecciones de lo que es Prieto de la Cal. El nacimiento del encaste, el valor de su presencia y permanencia en manos de su familia desde hace décadas, la filosofía de trabajo y de vida, el cómo fueron las cosas antes, el cómo son ahora, el por qué, la finca, la tierra con sus características, el toro, el animal con su misterio, su forma de ser, su morfología, ese tesoro cromático en forma de pelajes… Un trozo muy importante de la historia de la Tauromaquia resumido con la sabiduría de alguien a quien esa historia le corre por las venas. Ya allí, antes de empezar la visita, llegaron las primeras preguntas de los componentes del ‘Aula Joven’. Había ganas por desvelar tanto como esperaba dentro.

     Después, el recorrido por cada uno de los rincones de la finca. Un amplísimo cercado de vacas de vientre -180 en total-, algunas con sus becerros recién nacidos. Si algo llamó la atención a los expedicionarios del ‘Aula Joven’ desde el primer momento es la preponderancia del pelo jabonero con sus muy diversos matices, desde el melocotón hasta el albahío. «Es un tipo de pelo que está en la esencia de la ganadería, en su sangre. Nunca hemos trabajado en ninguna línea concreta para preservarlo o fomentarlo, simplemente está. Y, según la camada, se da en mayor o menor medida. A simple vista está que, hoy por hoy, sigue siendo el pelo dominante de nuestra casa», explica Tomás Prieto de la Cal. El ganadero onubense acompañó y guió en todo momento a caballo escoltado por su mayoral, Rafael, dos de sus hijos, María y Tomás, y por el matador de toros onubense José Doblado. «Pepe es un hombre de la casa. Su abuelo fue el primer mayoral que tuvimos, incluso ya cuando la ganadería estaba en Medina Sidonia, antes de llegar a Huelva. Conoce muy bien la esencia de Prieto de la Cal y es un espléndido caballista y un enamorado del campo, por eso pasa mucho tiempo aquí en ‘La Ruiza’. Además, cuando tiene algún compromiso próximo, éste es su cuartel general. Para nosotros, Pepe Doblado es como un hijo más», explica Tomás.

     Los componentes del ‘Aula Joven’ también contemplaron los sementales de la ganadería, la veintena de toros que formarán las dos corridas que se lidien esta próxima temporada, probablemente y como casi siempre en los últimos años, en plazas de Francia, las cuatro o cinco novilladas (entre ellas, una para Madrid) que aguardan destino, los machos que acaban de ser tentados en los últimos días a la búsqueda de nuevos sementales, el asombro al pasar ante el cortijo y los dos siglos y medio que le alumbran, las respuestas a tantas preguntas… Y así una delicia de mañana que terminó donde empezó, otra vez vuelta al origen, al principio, a la esencia, como todo en esta casa ganadera. Antes de la despedida, el ‘Aula Joven’ entregó un sencillo recuerdo a la familia Prieto de la Cal.

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