«…Se hace necesario renovar, reforzar y estrechar la relación con la prensa, que no se deje de contar con ‘los de siempre’, que sea más real, que se recuperen viejos modos, tan cercanos y sinceros, entre la prensa y la empresa. Huelva merece ese esfuerzo de ambas partes. Porque al final, como en las familias, los que quedan son los tuyos, los de siempre; los demás van y vienen…»
Francisco Mateos.-
Si por algo se ha caracterizado la empresa de la plaza de toros de Huelva, entre otras razones, ha sido por su cercanía a los medios de comunicación. Ese feeling entre unos empresarios independientes, no ‘profesionales’ en el estricto sentido de la palabra ‘empresario taurino’ (sus respectivos trabajos son externos a los toros), con la prensa local y foránea ha sido siempre una constante, que en parte ha ayudado a allanar el camino para el dulce momento que vive Huelva desde hace algunas temporadas. Recuerdo cómo Óscar Polo subía personalmente en alguna de las corridas al palco de prensa un rato antes de comenzar el festejo y saludaba uno por uno a los compañeros periodistas, tanto locales como los desplazados de otros lugares. Bonito detalle que encierra todo un mensaje.
Sin embargo, con la explosión de los grandes carteles, sobre todo el impacto de la cartelería del año pasado, se ha producido cierto malestar entre algunos periodistas. Es cierto que esas espectaculares combinaciones y, sobre todo, la presencia de José Tomás provoca un mayor número de peticiones de credenciales, pero no se debe ser olvidadizo con quienes en las épocas menos boyantes estuvieron, desde su pequeña o gran trinchera informativa, año tras año fomentando la Feria de Colombinas.
Ahora llegan momentos menos boyantes: sin José Tomás, una corrida de toros menos, la crisis,… los periodistas de ciudades muy alejadas que ya no se desplazan… Y quedan los de siempre: la prensa taurina de Huelva y sus provincias cercanas, sobre todo Sevilla. Se está descuidando un poco ese feeling personalizado de los empresarios Óscar Polo y Carlos Pereda con los periodistas, y hay que hacer una revisión de ese gran valor añadido que siempre tuvo esta empresa. No está el panorama para dividir, sino para sumar: los enemigos nos están en nuestra propia casa. Y esos descuidos los hemos sufrido también en HUELVA TAURINA, como por ejemplo la reciente presentación de la clase de toreo de salón de Perera: nos llegó la convocatoria del acto 43 minutos después de que comenzara. Vamos, que era ‘para ayer’. O la no invitación al acto de presentación de la cartelería de Colombinas; entre algún otro.
Me viene a la memoria ahora las formas que está empleando un joven empresario onubense, incipiente aún, pero que me recuerda a los de La Merced de hace siete u ocho años. Jorge Buendía está cuidando esa relación con la prensa, hacer propuestas de colaboración, buscar elementos de unión para aprovechar las sinergias de cada momento, llamar a periodistas sólo por hablar, escuchar y reflexionar en voz alta sobre ideas y proyectos…
No oculto mi profundo reconocimiento a la labor trazada por los empresarios Óscar Polo y Carlos Pereda, ni mucho menos la amistad que me une a ellos, que está por encima de cualquier otra cuestión. Pero ello no debe hacernos olvidar nuestro compromiso con los lectores de independencia y objetividad. No podemos permitir ciertos ‘descuidos’ después de estar todo el año informando, con mayor o menor incidencia, sobre la actividad taurina en Huelva y sus profesionales. Se hace necesario renovar, reforzar y estrechar la relación, que no se deje de contar con ‘los de siempre’, que sea más real, que se recuperen viejos modos, tan cercanos y sinceros, entre la prensa y la empresa. Huelva merece ese esfuerzo de ambas partes. Porque al final, como en las familias, los que quedan son los tuyos, los de siempre; los demás van y vienen.