Durante el fin de semana se ha desarrollado en la plaza de La Merced la primera jornada del ‘I Curso de toreo par aficionados prácticos’, impulsado por el ‘Aula joven’ de la plaza de toros de La Merced. Los banderilleros onubenses Raúl Corralejo, Manuel Contreras y Juan Cañaveral ejercen de profesores de los aficionados.
Redacción.-
Medio centenar de personas, menores de 30 años en su mayoría, han participado este fin de semana en la primera clase del I Curso de toreo para aficionados prácticos organizado por la empresa de la plaza de toros de La Merced de Huelva y su Aula Joven. Una iniciativa que nace con la pretensión de inculcar entre aquellos aficionados que lo deseen los principios básicos y los resortes técnicos elementales del arte de torear para su ayudarles así a nutrir su conocimiento y su formación.
Y fue una gozada. Un deleite entrar en la plaza y ver tanto capote y tanta muleta al viento. El pueblo, la gente de la calle, los más jóvenes sobre todo, tomando el ruedo. Como antaño fue. Como siempre tendría que ser ya. Y es que el toreo es de la gente. Por eso pervive y pervivirá: por su capacidad de transmitir magia y emoción, de pellizcarle el alma a quien lo roza. Más aún si además se toca. Todos los aficionados que asistieron a la primera clase de este curso han tocado el toreo más de cerca que nunca. Y han aprendido cómo se coge un capote y cómo se monta una muleta. Y qué sentido tiene en la lidia de un toro el uso de uno y de otra. Y cuánto pesan. Y que no son, por tanto, instrumentos precisamente fáciles de manejar. Y, a continuación, se han puesto a torear. La mayoría, por primera vez en sus vidas. Otros, con alguna experiencia ya. Y todos, disfrutando plenamente de una mañana radiante, que hasta el tiempo acompañó.
Primero fue el saludo de bienvenida de los anfitriones, los empresarios de la plaza de toros de Huelva. Habló Óscar Polo para explicar a los alumnos que el curso es una iniciativa ideada para hacer de ellos mejores aficionados. «Sólo desde el conocimiento y la experiencia en primera persona de lo difícil que es, por ejemplo, coger y manejar un capote y una muleta se puede llegar a entender en toda su dimensión lo complejo que es el toreo y el mérito tremendo que tienen los toreros. Queremos que cuando os sentéis en un tendido y juzguéis lo que pasa en el ruedo, lo hagáis con los argumentos más adecuados, correctos y justos», ha dicho.
Organizados en tres grupos según el nivel de conocimiento con el que han llegado, los tres profesores del curso, los banderilleros onubenses Manuel Contreras, Raúl Corralejo y Juan Cañaveral, se pusieron manos a la obra y, de inmediato, el ruedo de La Merced se convirtió en un gran aula de Tauromaquia. Aunque las miradas más sorprendidas se dirigían en primer lugar al grupo de los aficionados más jóvenes, una decena de niños de entre 7 y 12 años que son el primer gran tesoro de esta iniciativa. A partir de ellos, gente de todas las edades entusiasmada con la experiencia. «¡Esto es alucinante!», exclamaba alguno. «¿Pero cómo pueden hacer los toreros las cosas que hacen con esto que pesa tanto?», se preguntaban otros mientras intentaban a duras penas agarrar bien el capote.
Este I Curso de toreo para aficionados prácticos seguirá desarrollándose los días 16 y 24 de febrero, y 16 de marzo, de 11 a 13 horas, en la plaza de toros de La Merced. Es totalmente gratuito y los interesados aún pueden inscribirse en aulajoven@plazadetorosdehuelva.es. El colofón será la participación de sus alumnos en un tentadero que tendrá lugar en la ganadería de José Luis Pereda y La Dehesilla, delante de las becerras, aplicando aquello que han aprendido. Y, especialmente, experimentando en primera persona toda la carga de magia y de dificultad que tiene la Tauromaquia.
GALERÍA GRÁFICA (Vicente Medero) |
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